El momento más importante en la vida de un estudiante de música se produce, quizás antes de que inicie sus estudios musicales, es decir, es ese momento en el que, si le preguntamos ¿Qué instrumento quieres estudiar? Te contesta uno en particular.
Esto es muy importante tenerlo claro, porque las expectativas profesionales se ponen de parte de algo que se desea conocer, y la grandeza se encuentra, en la intriga constante en la búsqueda de la perfección.
No nos olvidemos de que la música es un arte que tiene, en su interior la capacidad de desarrollar todas las capacidades del ser humano, es el arte por excelencia, y por lo tanto, la constancia en la práctica de la buena técnica, y la motivación que se produce con el acercamiento a una profesionalidad absoluta, lo cual, a lo largo de los años se va adquiriendo poco a poco.
Las causas que incitan a una persona a elegir un instrumento y no otro en particular, casi siempre vienen del exterior, pueden ser de carácter familiar, hijos de músicos que ven a sus padres tocar un determinado instrumento y se enamoran de él, de modo que su finalidad es hacer lo mismo que ellos hacen o incluso mejor.
Pueden tener carácter sociológico, es decir, puede haber algún amigo o persona externa que haya influido en esa elección, de manera que su timbre y su forma de tocarse se hayan grabado en nuestras mentes de una forma tan sutil que no deseemos otra cosa, solo alcanzar esa meta, o simplemente nos llama la atención un instrumento determinado.
Cuando el estudiante comienza su andadura en los estudios musicales, con aquél que él mismo ha elegido y que le llena y satisface, es muy importante que tenga a su lado a profesores que le animen y le aporten todos los conocimientos necesarios para poder jugar con el arte. Aunque el estudio en sí, nunca puede ser un juego, ya que implica responsabilidad, constancia, superación, y autonomía.
Este último punto es importantísimo, ya que para llegar a la autonomía, tanto en el estudio como en la interpretación, hay que tener una gran preparación, no solo instrumental, sino también musical, es decir, cuando el músico llega a ser un divo, antes, ha pasado por varias fases, y no todas ellas han sido un juego de niños, sino que ha tenido que profundizar en todas las áreas del arte musical, lo cual, a veces, no resulta fácil, pero debido a su gran motivación por este maravilloso arte, y con la ayuda de sus profesores, ha sabido llegar a lo más alto.
Para ello, se elige un instrumento determinado, para llegar lejos con él, profundizando en todas las áreas, aunque no debemos olvidar que, debido a que una actividad artística es un desahogo para el espíritu, también se puede estudiar de forma amateur, llegando a ser muy buen profesional, aunque no se tengan dichas perspectivas finales, pero para todo ello, el instrumento debe haber sido, en cualquier caso, muy bien elegido, ya que la satisfacción personal, dependerá en gran parte de ello.