Los villancicos los cantaban los habitantes de los pueblos y en sus orígenes servían de noticiero rural.
Eran unas composiciones sencillas y alegres surgidas en el siglo XV que se utilizaban para transmitir de forma oral los más recientes acontecimientos del pueblo y que poco tenían que ver con el nacimiento de Jesús.
Un siglo más tarde la Iglesia empezó a tomar la estructura sencilla y pegadiza de los villancicos con el objetivo de evangelizar y divulgar el mensaje religioso. Finalmente, en el siglo XIX, solo se utilizaba la palabra para hacer referencia a las canciones navideñas.