Poseer varios años de entrenamiento musical puede producir beneficios cognitivos.
Un nuevo estudio publicado en la revista Heliyon confirma que el entrenamiento musical puede mejorar la capacidad de una persona para concentrarse y desconectar de las distracciones, en otras palabras, mejorar su atención.
Investigaciones anteriores sugirieron que el entrenamiento musical mejora el flujo sanguíneo en áreas del cerebro involucradas en el procesamiento del lenguaje. Ahora, un nuevo trabajo expone que el entrenamiento musical también puede tener un efecto importante sobre el control de la atención. Un equipo de investigadores del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile en Santiago, examinó el vínculo entre la formación musical y la atención.
Los autores explican que el sistema de atención del cerebro consiste en tres subsistemas, cada uno con su propia «red neuronal anatómicamente distinta». Estos tres subsistemas corresponden a las «redes de alerta, orientación y control ejecutivo».
Atención dividida en tres bloques:
-La red de alerta del cerebro nos mantiene listos para la acción.
-La red de orientación nos ayuda a distinguir entre información sensorial relevante e irrelevante y nos ayuda a cambiar de enfoque.
-La red de control ejecutivo nos ayuda a bloquear la información que nos distrae y también participa en el control de atención.
Para su estudio, los investigadores pidieron a 18 músicos profesionales y 18 participantes que no tenían conocimientos musicales que hiciesen una prueba de red de atención estándar. Los músicos eran pianistas entrenados que habían practicado durante 12 años en su instrumento.
Como parte de la prueba, los participantes tuvieron que mirar varias imágenes que aparecían rápidamente ante sus ojos. El equipo midió el comportamiento reactivo de los participantes analizando cuánto tiempo les llevó responder a los cambios de imagen. Un tiempo de reacción más largo indicaría un control de la atención menos eficiente.
En promedio, los músicos entrenados obtuvieron 43,84 milisegundos (ms) para el subsistema de alerta, 43,70 ms para el orientativo y 53,83 para la red ejecutiva.
En comparación, los no músicos obtuvieron una puntuación de 41,98 ms, 51,56 ms y 87,19 ms, respectivamente. Es importante destacar que el control atencional mejoró proporcionalmente con el número de años de entrenamiento musical que tuvieron los participantes.
Los hallazgos del estudio demuestran una mayor capacidad de control de la atención inhibitoria en los músicos que en los no músicos. Los músicos profesionales pueden responder con mayor rapidez y precisión a lo que es importante para realizar una tarea, y filtrar de manera más efectiva los estímulos incongruentes e irrelevantes que los no músicos. Además, las ventajas se incrementan con el aumento de años de formación.
Los científicos también explican que sus hallazgos se suman a la creciente evidencia de que el entrenamiento musical aumenta las habilidades cognitivas.
El coautor del estudio del Departamento de Música de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación en Santiago de Chile, también comenta sobre los resultados: «Nuestros hallazgos podrían ser útiles en los campos clínicos o educativos, por ejemplo para fortalecer la capacidad de las personas con trastorno por déficit de atención, con hiperactividad para manejar las distracciones, o el desarrollo de programas escolares que fomentan el desarrollo de habilidades cognitivas a través de la práctica deliberada de la música».